sábado, 3 de julio de 2010

Una Alegría

Acudió Keko a consulta, un bulldog francés de 2 años extrovertido y cariñoso. Solemos verle casi cada semana, vive muy cerca y se pasa a menudo. Siempre que viene, nos entretenemos un rato con el, le damos unas chucherías y le hacemos unas caricias, que el agradece saltando y jugando. Es un perro feliz.
La semana pasada vino a vernos. Sólo con ver la expresión de su dueño, ya me di cuenta de que no era una visita habitual. La cara del animal presagiaba algo peor. Apenas se podía mover y tenía mucho dolor. Habían estado en la playa, y de repente, sin razón conocida, por la mañana le encontraron triste y cojeando. Fueron al primer veterinario que encontraron, y le diagnosticó lumbago y le prescribió unos comprimidos. Viendo que pasados unos días, el animal no mejoraba, encontraron un hospital veterinario reputado. Le hicieron una radigrafía de columna. La pérdida de manejo de las patas traseras apuntaba a una lesión de columna. Esta es la placa que le hicieron:



Y este es el informe que nos remitieron:


ANAMNESIS

Son de Madrid y están de vacaciones por aquí. El animal tiene debilidad del tercio posterior desde hace 4-5 días, come con normalidad y le cuesta adoptar la postura para defecar. Estuvieron en otro veterinario que le diagnosticó de lumbalgia y le pautó Cortisona (1 cada 12h). A día de hoy no hay mejoría, incluso lo ven peor.

EXPLORACIÓN FÍSICA

Debilidad del tercio posterior, va encorvado, propiocepción disminuida en extremidades posteriores, más en la izquierda. Pérdida de reflejo panicular a nivel de vértebras torácicas. Mantiene la sensibilidad en ambas extremidades posteriores. Propongo radiografía en vacío, en la que se observa: hemivértebras torácicas, que podrían generar una compresión medular, signos compatibles con los que presenta el paciente y además se aprecian signos de degeneración a nivel cervical.

CUIDADOS AMBULATORIOS Y PRONÓSTICO:

Reposo y seguimientoen su veterinario donde le rapautarán la dosis.
Pronóstico reservado a la espera de evolución.


(Bueno, tengo que decir que este centro, "Global Veterinaria", parece que se preocupa un poco más de su imagen que de su profesionalidad. La radiografía no sirve para diagnosticar, está mal orientada y la interpretación es discutible. Pero peor fue el pronóstico. Le explicaron al dueño que podía tratarse de una grave lesión de columna, pero que no es aconsejable operarla porque "corría peligro de quedarse postrado", literal.).


El animal se encontraba peor, a pesar de la fuerte medicación. Tardamos un minuto en darnos cuenta de que se trataba de algo grave, y le remitimos al traumatólogo. Se confirmó que sufría una hernia discal:

Entre las vértebras, existe un disco de cartílago que acolcha la zona de unión:



Si hay una sobrepresión, el disco se aplasta y parte de su contenido invade el canal medular. La médula espinal, que es como un cable formado por miles y miles de hilos (neuronas) comunica el cerebro con los distintos músculos. Dentro de su canal, apenas hay sitio para unas membranas que la recubren (meninges) y una pequeña cantidad de líquido (cefalorraquideo). La entrada en el interior de la parte de disco dañada, produce un gran dolor (toca directamente los nervios) e impide el funcionamiento de la zona afectada (la comunicación se interrumpe).


A la mañana siguiente ya tenía un análisis completo y un electrocardiograma del animal (fundamentales para no correr riesgos durante la anestesia). Durmueron al perro e hicieron una radiografia simple centrada en la zona lumbar:




A nivel de diagnóstico, hay un problema: los discos son radiolúcidos, y no se puede apreciar si están afectados o no. Para poder verlos, se introduce en el canal medular un contraste opaco. De forma que en la zona afectada, se podrá observar una discontinuidad de dicho contraste. Este procedimento se denomina mielografía y esta es la de Keko:


Se observa perfectamente la lesión (tercera vértebra empezando por la derecha). En este caso, es tremendamente grande. No suele estar tan extendida.
Se corta una pequeña lámina de hueso en la parte dorsal de la vértebra, se retra la médula con cuidado y se limpia la zona de todos los restos de disco vertebral machacado. Es una intervención muy delicada y peligrosa, pero funciona muy bien.
Keko está ya con dosis de antinflamatorio muy bajas, maneja las patas traseras casi con normalidad y vuelve a ser el perro feliz de costumbre. Una alegría.

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