martes, 23 de febrero de 2010

Anestesia

Hace un tiempo, quede con un amigo veterinario y me comentó que estaba agotado. Le pregunté la razón y me dijo que había tenido tres cirugías. No lo entendí, porque el que opera en su clínica es su socio, y no él. Y me contestó que era por la tensión de las anestesias. No os podeis imaginar lo mal que se pasa.
Hemos operado a un fox terrier, Lucky, de 5 años. La dueña nos lo ha traido porque se ha hecho el dueño de la casa. Y cuando se enfada, gruñe, enseña los dientes y se orina en cualquier lado. Se le castiga encerrado en la cocina y hace un charco extraordinario. Además, se lleva a matar con su hijo de 16 años, y viceversa. Debe de ser muy entretenido ver sus luchas de adolescentes, el uno le casca y el otro le muerde, el fox terrier tiene esa forma de ser toda su vida. La castración no va a arreglar todos sus problemas, pero algo ayudará.
Ibamos a empezar y, como no, ha sonado el timbre. A veces parece que los clientes están esperando en la puerta y cuando están seguros de que estamos ocupados, llaman. Y llaman varios, no va a ser uno sólo. Así qe me he quedado en el quirófano para ir anestesiandole. Para ello, siempre le ponemos un catéter, una especie de aguja de plástico, y le conectamos a una botella de suero con un sistema gota a gota. Esto nos permite disponer de una vía venosa (la más rápida), para administrar los medicamentos. Esto, una tarea sencilla cuando tienes un poco de práctica, hoy era imposible. Lucky tiene la piel dura como el cuero y se ha cargado cuatro. Cuando al fin lo he conseguido, le inyecto el propofol, y no se duerme. Más propofol, el perro tan tranquilo. Más, cae un poco. Más, fase dos (movimientos nerviosos)...le he puesto dosis como para un mastín y le he intubado. Se ha sacado el tubo. Vuelta a empezar. hasta que al final se ha dormido, un buen ratito (insisto, Michael Jackson tuvo que inyectarse una arroba)
Se queda ya estable y relajado. Pulso correcto, saturación de oxígeno en su sitio...le da por no respirar. A ventilarle, otro buen rato. Hasta que vuelve a hacerlo de forma espontanea. Suena otra vez el timbre, más clientes. Empiezo a depilar la zona, y, tatachan!, monórquido. En ese punto he pensado en coger el abrigo y marcharme a mi casa. Por suerte el testículo perdido no andaba muy lejos y se lo he podido extirpar. He ligado los vasos por cuadruplicado, porque viendo como iba el día. lo mismo se soltaba un nudo y ya lo que faltaba.
Se ha despertado en seguida, más rápido de lo normal, el bicho es un portento de nervios. Me he quedado con él vigilándole y ha venido a acurrucarse junto a mí. Menudo perro agresivo, pensaba yo. Y una hora después, se ha ido para casa tan campante, como si no le hubieramos hecho nada.
Me ha llamado su dueña por la tarde. Me dice que estaba en el sofá, tranquilo y que no había querido salir a la calle. No me extraña, con lo que lleva encima.Ya quisiera yo estar tumbado como él después de la mañanita que me ha dado!

lunes, 22 de febrero de 2010

Los Miserables

Hoy Elena a aparecido en la clínica con un sofocón. Traía en brazos una gata callejera a la que acababan de atropellar. Hoy si que hay que dar gracias a que no publique la foto. Tenía la parte derecha de la cara destrozada, con un ojo reventado y la mandíbula rota. Apenas podía respirar. No hemos podido más que evitarla sufrimientos. He tenido una sensación desagradable al hacerlo, una mezcla de rabia y pena. Pero también ha sido un alivio. El coche ha seguido su camino sin parar.
Basta un poco de ciudad en estado salvaje, un poco de tierra, un descampado. Enseguida, como por arte de magia, aparecen unos cuantos gatos rondando por allí. Se muestran sin pudor si se creen a salvo, comen lo que pueden, se pelean, juegan, se multiplican. Los vemos con curiosidad, tal vez con un poco de envidia cuando se tumban al sol.
Otra gente les odia y, a veces, compran un paquete de veneno y hay una docena de muertos. Argumentan que manchan, que huelen, que transmiten enfermedades. Algo de verdad hay, pero prefiero ver gatos que ratas.
Otros les llevan de comer, casi siempre mirando furtivamente por si les descubren, para que no les increpen al hacerlo. Les llevan sobras o un poco de pienso barato. Es verles llegar y aparecer una corte de gatos detrás de ellos que sorprende por su número, porque parecía que había menos. Algunos incluso limpian el entorno y les desparasitan ocasionalmente.
El año pasado, la fundación Alba (http://www.albaonline.org/), organizó una campaña de esterilización. Cazó un montón de gatos y reunió a una veintena de veterinarios y otros tantos voluntarios que dedicamos un domingo a castrar a más de cien. Una vez recuperados, fueron devueltos a su lugar de residencia. Se aprovechó para chequearles de leucemia (virus similar al sida) y desparasitarles interna y externamente. .Si veis un gato con una muesca en la oreja izquierda, puede que fuera uno de ellos.Me pareció una gran iniciativa, ojalá hubiese sido pública. Las administraciones no mueven un dedo respecto a este tema.
Las colonias salvajes son un problema de salud pública, como tantos otros: la contaminación, el ruido o las palomas. Pero son un problema bello. Y si no se magnifica, puede sobrellevarse.

jueves, 18 de febrero de 2010

Subconsciente colectivo

La sabiduría popular es tremenda:
Si le das azucar a un perro, se vuelve ciego
: Lógico, lo haces diabético y aparecen cataratas. Los perros no están preparados para metabolizar los hidratos de carbono, porque no se encuentran con frecuencia en la naturaleza. Su dieta, en estado salvaje, se parece mucho más a un filete que a una tarta de trufa, así que, como solo llevan domesticados un par de cientos de miles de años, aún no les ha dado tiempo a sintetizar las enzimas necesarias para que el exceso de glucosa no se metabolice en una sustancia opaca que recubre su cristalino.
A los gatos no les gusta el agua: esto viene sin duda de "gato escaldado huye del agua", y yo si me quemo. Por otra parte, es cierto que vienen con kit de autolimpieza, de forma que no tienen excesivo interés en tirarse a un charco o una poza; para ellos mojarse significa tener que repasarse enteros (que pereza). Pero les encanta beber y jugar con el agua corriente, y se meten a menudo en las duchas después de haber sido usadas por sus dueños (e incluso durante) para jugar.
Hay que cruzar al perro para que se calme: Claro! Está el pobre animal con una sobredosis de hormonas paseando junto a las vestales del barrio y el dueño, con el hombro subluxado de los tirones, entonces piensa: pobre, si es que no lo ha probado...a ver si le busco una perra y se le pasa, .. lo cata y se queda tranquilo para siempre... Que lo pruebe, jajaja, que se va a enterar de lo que son tirones!!!. Pobres, el celibato es parte del precio que han de pagar a cambio de un plato de comida, una cama caliente y un poco de cariño (como tantos).
Si bañas a un cachorro, enferma de moquillo: Hace no mucho, los cachorros enfermaban de moquillo a menudo. Esta virosis cursa con cuadro digestivo (vomitos y diarrea) y cuadro respiratorio a continuación. Cuando los cachorros tenían "moquitos", se debian de morir a menudo (el moquillo tiene una mortalidad muy alta), así que si se acatarraba por un baño, pues se pensaba que ya tenía el virus, (claro, debe de venir o en el agua o en el jabón, está en estudio). Solemos recomendar a los dueños que no bañen a los cachorros antes de vacunarlos, pero sinceramente, es porque no nos fiamos de que los sequen bien, y a menudo se constipan.
Si el perro se come la pared, es que necesita calcio: Esta viene de postguerra, fijo, en donde comer era un lujo hasta para las personas. Así, las dietas eran carenciales, y existía raquitismo. Yo en 15 años no he visto ni un caso, es imposible si come bien. A menudo me preguntan si hay que darles calcio (esto viene de cuando no existía pienso y un exceso de carne en la dieta, subía el fósforo que desplazaba el calcio en sangre y, aparte, de todo el negocio que se ha hecho vendiendo conprimidos). Yo siempre respondo que el calcio es algo que se puede medir, se saca una muestra de sangre y se mira. Los valores normales están entre 8 y 12, y en los cachorros siempre está cerca del límite alto por el anabolismo tan tremendo que tienen. Sin embargo, dar un exceso de calcio y vitamina D3 causa muchos problemas (panosteitis la más común, es decir, sobrecalcificación con dolor por inflamación) y acorta el crecimiento (se cierran los cartílagos de los huesos de forma prematura).
Las hembras tienen que tener una camada para que no les de cáncer de mama: Decía un antiguo profesor, que por consiguiente, todas las monjas tendrían cáncer. Los tumores son más frecuentes en los tejidos que tienen que multiplicarse a menudo: El sistema reproductor, piel, sangre (leucemias)... El tejido mamario se prepara para la reproducción, y cuando esta no se produce, sigue funcional porque, como las perras vivían en manada, las hembras que no se habían reproducido ayudaban a alimentar a las camadas de las otras. Esto se denomina pseudogesatación y se da con frecuencia. Cuando ha ocurrido muchas veces (perras mayores), es lógico que que se pueda producir un tumor, da igual si han criado o no. En las gatas apenas ocurre este fenómeno y tienen mucha menos prevalencia de cáncer de mama; eso sí, en su caso el 90% son malignos. Vigiladlas de vez en cuando, es fundamental diagnosticarlo cuanto antes.

Mandadme más y las vamos coleccionando

Calma chicha

Nuestra profesión es estacional, no llega a lo de las heladerías, pero casi. En primavera y verano los perros salen mucho más a la calle, como sus dueños, y eso conlleva trabajo; peleas, torceduras, indigestiones... Además están los parásitos externos que, tras la dura hibernación, aparecen voraces. Y las peluquerías; cuando viene el calor, rapamos a decenas de lanudos.
Por otra parte, en el subconsciente colectivo está arraigada la costumbre de vacunar en verano. Más de la mitad de las revisiones anuales las hacemos entre mayo y agosto, sin que haya una razón lógica a mi parecer.
Así que si unimos a todo esto la meteorología tan desagradable y los mordiscos que pegaron los reyes magos a las visas de enero, estamos en calma. Un par de gastroenteritis (una por ingesta de pared y la otra por un hueso de jamón), y unas cuantas vacunas. Tambén las revisiones de las cirugías (todas bastante bien); vimos a Polar que ya le estamos quitando los puntos de la oreja. Volvió Musy, la canichita del tumor de adrenales, que sigue tan campante, aunque sospecho que pronto nos va a empezar a preocupar (se le han inflamado todos los ganglios de la parte izquierda, malo). Vamos, un aburrimiento; aunque, en cualquier momento, puede sonar el timbre y...

miércoles, 17 de febrero de 2010

Cómo empezamos

Veterinarios existen desde siempre. En un principio dedicados casi exclusivamente a los caballos (vamos, los mecánicos de la época: herraduras Michelín, cebada Repsol...) Siglos después se empieza a cultivar la ciencia y nacen las escuelas. La primera facultad de veterinaria estuvo en donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional. Aquello, que eran las afueras de Madrid, se le llamaba "El Prado de los Veterinarios". Se sigue dando prioridad absoluta al cuidado y bienestar de los vehículos, esos nobles brutos, como el Percherón (diesel), El Pura Sangre (dieciseis válvulas) y el borrico (Seat Seiscientos)
En el medio rural, los veterinarios son más un oficio que una profesión. Empiezan a dedicarse a la ganadería como respuesta a un problema de salud pública (oh! aquellos días de tuberculosis, tenias de seis metros y fiebres de malta) y otro económico (mmm, si se me mueren las "vaques", estoy "jodío", así que voy a echar estos polvillos al agua para que no me pase lo que al Eufrasio... mmm, valen unos buenos cuartos, pero... mmm, lo que no me gusta es ese colorcillo azul que se le está poniendo a la leche...mmm, el toro ayer casi se monta a la burra y hoy vuelve... mmm, esta noche echo unos pocos polvos en la sopa a ver si se me anima la parienta...)
Unos años después, los perros, de los que sólo son apreciados los de caza y algun mástín para guardar rebaños y fincas, entran en las casas. Muchos descubren aquello de que son mejores que las personas. Se aprecia más el cariño de los gatos, hasta entonces dedicados a la lucha de plagas. Y los abnegados veterinarios comienzan a recibir mascotas, que son tratados con medicamentos de ganadería, que es lo que hay. Litros de Vetione® (penicilina G+streptomicina+cortisona, un coctel explosivo) son administrados por vía intramuscular salvando la vida de muchos perros. También se cargan unos cuantos, claro.
Los laboratorios farmaceuticos, esas ONGs tan queridas por todos, rápidamente detectan que se solicita mucho más Vetione® (por seguir con el ejemplo) y les cambian la etiqueta. Empiezan a entrar empresas extranjeras (sobre todo de Alemania y EE.UU.) en donde la clínica de pequeños animales está más desarrollada. y aparecen medicamentos específicos. Por poner otro ejemplo, durante años se estuvo inmunizando contra el moquillo con vacuna de sarampión, ya que el virus es similar y no había otra cosa. Ahora hay vacunas hasta de enfermedades que nunca han existido por aquí.
Muchos veterinarios comprenden que les da más dinero el tratar a las mascotas, apenas quedan caballos y además es mucho más cómodo. Nuevos profesionales salen a borbotones de facultades atestadas, y Madrid pasa de tener, digamos 15 pequeños consultorios a 300 clínicas bien equipadas en no más de 25 años.
Desde ahí, a disfrazar al perro en hallowen era una cuestión de tiempo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Acabar

Tenemos la facultad de acabar con la vida a cualquier animal, sin tener más que la determinación de hacerlo. Lo hacemos para aliviar un sufrimiento gratuito, evitar un final indigno. Aceptamos de forma más o menos racional que se trata de animales, pero también son miembros de la familia.
Sé cuando vienen, nos avisan. Siempre se intenta evitar, burlar de alguna forma lo inevitable. A menudo, cuando el animal tiene por encima de diez años, el dueño viene con el temor de que ha llegado el momento. Así, habremos tenido cientos de consultas que con una simple gastroenteritis o un catarro fuerte, hemos oido el "no quiero que sufra". En otros casos, sabemos en minutos que poco vamos a poder hacer; aliviar el dolor y preparar al dueño. Por eso, sabemos cuando van a venir, nunca hay prisa. Da tiempo a hablar varias veces.
Son momentos tremendos, escenas indescriptibles; hace poco un cliente, estuvo todo el tiempo como es él, simpático y locuaz. Hasta que se derrumbó rompiendo a llorar desconsoladamente. Recuerdo a una otra buena amiga pidiendo a gritos a su perro que se despertase cuando todo había terminado. Estremece sólo recordarlo. Es lo peor.
Hoy, a primera hora, he dormido a Mimoso, un gato feliz durante casi diciseis años, cabrón como él solo, bello, enorme. Comenzamos a luchar contra lo irremediable en octubre. Al hacer el primer análisis, le clavó sus uñas a Elena hasta el alma. Los resultados no fueron nada buenos, se le puso tratamiento. Sin embargo, en diciembre estaba muy bien. Nuevas pruebas ratificaron su recuperación.Nos felicitamos por ello. Pero la semana pasada, recayó; su hígado no aguantó más.
Cuidadles mucho, queredles mucho y disfrutad del regalo de su compañía. Yo me curare jugando con todos los cachorros que tenga el gusto de recibir, hoy más que nunca...

viernes, 12 de febrero de 2010

Bregando

Estamos cara al público, no nos queda otra. Los animales no pueden venir solos y les es difícil contarnos qué es lo que les pasa, así que tenemos que guiarnos por lo que nos explican nuestros clientes. Algunos son extremadamente educados, la mayoría gente agradable, muchos tienen una sensibilidad desmedida por lo que les ocurre a sus animales, otros...
Esto es real: una señora nos trajo una muestra de un jabalí el miércoles. Le explicamos cómo se realizaba el proceso y vino al día siguiente a por el resultado. Como aún no lo teníamos, me dijo mi mujer que la llamaría más tarde.
-Buenos días, soy la veterinaria que ha mirado la muestra.
-Sí, díga
-Que el jabalí está bien y se lo pueden comer.
-Ah, vale
-Le mando el certificado por correo, me dice la dirección.
-Pues no la sé, espere...Paco, ¿qué calle es esta?...pues es que... no sé ahora la dirección...
-Umm, bueno, pues le dejo el certificado en la clínica...¿cuando se cazó?
-¿Que cuando me casé?, y para que quiere saber eso...

Recibimos en la clínica muestras de cerdos y jabaies. La triquina es un parásito propio de los porcinos que se encuentra en los músculos. Si se ingiere carne infectada, se extiende por todo el organismo causando un cuadro grave, de hospital, vamos. Los cerdos que no proceden de un matadero, o son de caza (jabalies) o son de matanzas. Se suelen sacar unos cuantos kilos de chorizos y similares, de forma que un solo animal infectado puede transmitir la enfermedad a multitud de personas. Hubo hace pocos años un caso en Patones, con varios ingresos.
La prueba, en sus comienzos, consistía en dar un trozo de carne a un gato y encerrarlo. Si al cabo de una semana estaba vivo, se podía comer el chorizo. Con el progreso, se empezaron a llevar muestras a los veterinarios. Algunos sostenían que era necesaria una buena cantidad, y así la familia comía un par de días gratis. Se prensan una docena de minúsculos trozos de carne con unas placas especiales y se mira al microscopio. Los quistes se ven como limones brillando entre las fibras. Si es positivo (un par de casos al año de media en España), hay que enterrar el animal y echar cal viva.
Este método ha sido usado durante más de un siglo con éxito hasta el año pasado, en el que la Unión Europea, organismo nacido para hacernos la vida más fácil, ha exigido una predigestión química antes del examen microscópico. En Madrid hay unos quince veterinarios autorizados para realizar el análisis, y mi mujer es uno de ellos, por lo que recibimos las muestras en la clínica aprovechando el horario comercial. Ella da el resultado luego por teléfono y envía un certificado oficial por correo para que quede constancia del análisis; cuando puede, claro

miércoles, 10 de febrero de 2010

Zidane era Zidana

Desde luego no nos aburrimos. Hace cosa de un mes nos trajeron a "Zidane", un gato, a castrar antes de que empezara con el marcaje. Una vez lo teníamos dormido y preparado, nos dimos cuenta de que no estaba lo que tenía que estar. Así que, mirando bien, nos dimos cuenta de que era "Zidane" era "Zidana".
Esto me da pie para comentar un poco la sexualidad de los gatos, curiosa como ella sola. El macho tiene el pene orientado hacia detrás, de ahí que a veces se de la confusion. Está cubierto por unas protuberancias que al entrar en erección se convierten en espinas (espículas), por lo que el acto es de lo más agradable, aparte de sencillo debido a la orientación que comentaba. El dolor que provoca el coito a la hembra, es el que desdencadena la ovulación. Así, al terminar el acople, la gata suele regalar un mordisco de agradecimiento al galán, haciendole entender que todo ha terminado. No es posible montar a la hembra sin que una sobredosis de hormona foliculoestimulante haga de ella una especie de pelele, no me extraña. La humana es la única especie en la que la reproducción es de alguna forma placentera. Si hay un Dios, debió de pensar que o lo organizaba así, o nos extinguíamos en dos generaciones.
Hoy "Dona" era "Dono", y nos hemos dado cuenta tarde, porque además ya estaba castrado. Se lo encontraron en la calle, cojito y encantador. Fue adoptado. La dueña aseguraba que habia pasado el celo. Debió de ser un cariñoso agradecimiento por sus cuidados. Lo dicho, no nos aburrimos, ni ganamos para sustos.
Al menos ha venido Hugo, un precioso dogo azul, de cerca de 60 kilos, que nos alegra con su impresionante estampa. Os dejo su foto.


martes, 9 de febrero de 2010

Perros y Gatos

Parece mentira que las dos mascotas más comunes sean tan diamentralmente distintas. Cada uno tenemos nuestra preferencia, y ésta dice mucho sobre nosotros mismos. Yo, que he tenido perro durante muchos años, y ahora tengo una minina a la que adoro, prefiero a los primeros. Sin embargo, conozco a muchas personas hechizadas por los felinos.
Decía un profesor mío que los gatos tienen cinco problemas: cuatro patas y una boca. Yo, cada vez que tengo que una consulta con uno, sé que lo pasan mal. Puedo usar dos tecnicas; con los buenos intento ser cariñoso y pausado en el trato, aunque siguen aterrados. Los gatos son agarofóbicos (como Sigourney Weaver en Copycat) y si unimos eso a mi físico corpulento, es raro que pueda hacerles sobrellevar la angustia.
La otra técnica es la que uso con los agresivos, les manejo de forma decidida. Bajan las orejas, se quedan inmóviles y se dejan hacer.
Elena, mi compañera de trabajo, es capaz de relajar a los buenos y calmar a los malos. Se lleva bien con ellos, los entiende y de alguna forma lo saben. Me obliga a gastarme una pasta en agujas indoloras, y a menudo los tiene en brazos mientras se recuperan de una anestesia. Siempre que es posible, lógicamente, los atiende ella. Estoy intentando convencerla para que escriba aqui una entrada explicando por qué. A ver si se anima.


Elena con Viernes, la gata de Alvarito

(P.D. Apenas queda nada para que terminen los exámenes. Animo!!!!)

lunes, 8 de febrero de 2010

Horas Extras

Cuando comencé el blog, me planteaba que iba a quedarme sin temas enseguida y que tendría que tirar de viejas historias de Abuelo Cebolleta; pero por ahora no: Hoy, después de terminar de operar una ovariohisterectomía (una castración, vamos) de una perra doncella, que no ha tenido más problema que el que se me ha roto la puñetera sutura cuando cerraba la piel (y he tenido que coser dos veces), nos ha llegado Polar, un simpático cruce de caniche con una oreja como una morcilla.


Comparación literal, como podeis ver. Así que a eso de la una y media, me he puesto a resolver el asunto, horas extras. Estas cosas (otohematomas), hay que abrirlas, vaciar el contenido y dar un monton de puntos paralelos al eje mayor de la oreja para evitar que vuelva a hincharse. Ayer, de hecho, fue a no sé muy bien qué clínica con la oreja así. Le vaciaron el contenido y lo mandaron para casa; el que estaba de urgencias o no supo o no quiso coserlo, cosa extraña, porque por una de estas, en domingo, se cobra más que un cerrajero que te venga a abrir la puerta. Total, que hoy estaba igual de hinchado.
Casi siempre los hace Elena, mi compañera de fatigas, pero hoy, por circunstancias, me ha tocado a mí. Los puntos se hacen con una sutura lo más gruesa posible para que luego no se claven en la piel cuando esta se hincha al día siguiente, y se ponen además una especie de canutillos con el mismo fin.
He tomado un montón de fotos de todo el proceso, pero me han hecho ver que no a todos les parece interesante el "gore", así que el que quiera, que me las pida, (o las pongo en algún album de esos online o las publico aquí de todas formas, espero vuestros comentarios al respecto). Eso sí, os dejo una imagen de Polar despertándose, bueno, mas bien en proceso...


domingo, 7 de febrero de 2010

Cirugía

Me hizo gracia el comentario de Perico haciendome ver que las fotos le daban "asquete". Yo ya debo tener la percepción completamente alterada. Desde luego, si las ve en directo, se cae redondo. Sé de otros que este tipo de imágenes les atraen.
Llevo algo más de quince años haciendo intervenciones. Sólo me dedico a tejidos blandos, vi unas cuantas intervenciones de traumatología y me parecieron un bricolaje cruento. Parece mentira lo bien que se recuperan los pacientes cuando ves los martillazos, los tornillos y los alambres atravesando huesos y articulaciones.
Casi todo lo que hago son castraciones, especialmente de hembras. Los clientes son mucho más reacios a operar a sus perros machos (si son chavales adolescentes ni se lo planteo para no herirles íntimamente). En los gatos si que se realiza por el tema del marcaje. Las hembras además, tienen asociadas alteraciones que hacen más comprensible su intervención, en las gatas esos celos que les hacen aullar noches enteras de forma inconsolable y en las perras por la facilidad con que desarrollan tumores de mama y endometritis.
Operar es mucho más sencillo de lo que parece. Sé perfectamente lo que tengo que hacer, como, y por dónde. El problema son los problemas; si tienes una complicación en el quirófano, no hay tiempo, a veces ni para pensar. Si algo se rompe porque no esta como debe, o donde debe, te puedes encontrar con un charco púrpura bastante desagradable. ahí es donde las experiencia es un grado, no perder la calma es fundamental. Limpiar, mirar, volver a limpiar, pinzar, coser...esto pasará como una de cada diez veces más o menos, pero siempre se arregla. La verdad es que cuando veo un vaso de esos que al romperse proyectan un chorro de hasta el techo ahora me hace gracia. Se que no es más que aparatoso, no importante si tienes el vaso localizado. Pero si no, se pasa un ratito malo.
Tenemos la gran ventaja de la anestesia. Hace años se usaban medicamentos peligrosos y poco efectivos. Yo he tenido la suerte de que cuando empezaba, se popularizaron los aparatos de anestesia inhalatoria, de forma que tienes al animal perfectamente dormido y es casi inposible sobredosificar. Además, no hay metabolismos sistémico, el compuesto se une en pulmones y basta con dejar al animal con oxígeno para que se despierte. Antes de enchufar el animal a la máquina, se preanestesia e induce con fármacos seguros y adsequibles. Antiguamente se hacía con barbitúricos, el famoso Pentotal, potente y peligroso, además de provocar un terrible despertar. Aullaban, temblaban, tardaban un horror en pasarse el efecto. Ahora se usa Propofol, que es muy seguro y permite que se despierten relajados. Con este compuesto se le fue la mano al médico de Michael, y yo, que lo uso a menudo, no lo entiendo. La cantidad necesaria para la sobredosis se acerca a un cubo.
Esta semana tengo cuatro cirugías, normalmente hacemos dos o tres a la semana. Me da un poco de pereza pensarlo, porque cansa mucho y te deja la espalda machacada. Pero espero que ninguna sea de esas que se complican. Ya pondre alguna foto.

viernes, 5 de febrero de 2010

Extraordinario

Comentaba lo que se pueden complicar las cosas cuando menos te lo esperas. La semana pasada, Musy, una canichita de 12 años, elevó el concepto a la categoría de lo sublime.
Bajaba andando hacia la clínica como de costumbre, cuando me encontré con su dueña. Al preguntarle ¿qué tal? (un "qué tal" genérico-genérico), me comenta que últimamente esta tosiendo bastante. Yo sabía que sufre una insuficiencia cardiaca desde hace años: una válvula cierra mal y parte de la sangre refluye, con lo que se produce una hipertensión en los vasos pulmonares y se acumula líquido en el pecho; consecuencia: el animal tose. Esto, que así contado parece tanto, es el pan nuestro en muchos perros pequeños con más de diez años. Le comenté que se pasara para auscultarla y ajustar la medicación. Y se pasó.
Aunque trato a Musy desde que recuerdo, el año pasado fue a otra clínica y le hicieron una ecocardiografía. Una prueba que debería ser de rutina, pero cuesta una pasta. Ausculté a la perrita, revisé los resultados de hace un año y sugerí que sería bueno contrastarlos con una nueva ecografía. Quedamos para hacer la prueba dos días después.
Ese jueves me acuerdo de que tuve una cirugía, y aunque no recuerdo de qué. A la una ya estaba Musy esperando al compañero que viene a hacer las ecos, Alberto. Le comento un poco qué tenemos, le doy los datos de hace un año y sin pestañear (y eso que este chico tiene pestañas, yo le llamo Bambi) pasamos a la perra y se pone a la faena. Yo me encontraba en el ordenador, terminando no sé que informe, factura o papeleo, por lo que no estuve en primera linea, aunque sí que fui escuchando algunas exclamaciones.
No le doy importancia a esas cosas hasta que sale el dueño con el perro y hablo sin tapujos con Alberto, cosa ardua porque los profesionales del diagnóstico lo primero que aprenden es a no mojarse. Así, cualquier cosa es "compatible con": aunque hayan visto un cochecito de juguete dentro del intestino, te dicen: "compatible con obstruccion por cochecito".
Sale la dueña con la perra y voy al caso. Le pregunto sobre qué tal el corazon, me dice que más o menos igual que hace un año, malo... Malo, porque las exclamaciones de antes y su cara me dicen que hay algo más. Y lo había: Resulta que los animales tenemos unas pequeñas glandulas encima de los riñones, las glándulas suprarenales (se han herniado poniendo el nombre), cuyo único fin es segregar unas microgotas de hormonas cada día, eso sí, todos los días. A menudo, de tanto trabajar, les da por crecer y pasan de sus 0,7 cm de diametro medio a un centímetro, o uno y poco, con el consiguiente incremento proporcional de hormonas, y el consiguiente desequilibrio de varios órganos. Pues bien: Musy tenía una glandula de 5 cm de diámetro dentro de la vena cava.
Cuando me lo dice, me sonrío, pienso que o no se ha expresado bien o yo no he oido bien. Repite.
Al parecer se trata de un tumor, no tan raro, de la glandula, que le da por crecer por dentro del vaso que la alimenta (la arteria frenico gástrica derecha) y de ahí, pasa a la cava, la vena mas grande del cuerpo, como si se metiera un globo de agua dentro de un tubo y lo fueramos llenando. Solución: hay que quitar eso.
Llamo al cirujano con el que trabajo para este tipo de cosas y resulta que se ha ido el día anterior de vacaciones durante tres semanas. Su ayudante, Carlos, muy buen cirujano también, me comenta con voz quebradiza que operar eso no es que no se pueda operar, pero que lo mismo no sale...
Lo bueno de todo esto es que la perra está estupenda. Tose, mejor dicho, tosía, porque con un leve cambio en la medicación ha mejorado y mucho. Le he prescrito unos comprimidos para paliar el exceso de hormonas y, por ahora, todo va bien. Y lo que va bien, va bien; en lo nuestro a veces es mejor esperar y no tocar... ya contaré el desenlace, me temo que no dentro de mucho.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Por qué nos cuelgan

No se si alguna vez os habéis preguntado por qué tenemos las gónadas, tan delicadas e importantes ellas, fuera del cuerpo. Sea cual sea la razón, es asombroso que necesiten estar en una bolsa especialmente creada para ello, lejos de la protección y el calorcito que proporciona nuestro cuerpo.
Al parecer, es necesario que los testículos se encuentren a unos dos grados menos de temperatura para poder realizar la espermatogénesis. La piel de la bolsa que los aloja es muy rugosa y fruncida, de forma que puede alojar mayor número de gládulas sudoríparas que actúan si es necesario. Así, baja la tasa de espermatozoides al usar slips y pantalones ceñidos, ya que al unirlos al cuerpo, sube la temperatura y se producen menos cabezones. Así, cuando hace calor, rápidamente nos sudan los...
En perros se da con cierta frecuencia la criptorquidia, es decir, uno de los dos testículos (2:1 el izquierdo) no desciende a la bolsa escrotal y queda en la cavidad inguinal y más raramente en la abdominal. Es activo como glándula, produce testoterona, pero no es capaz de fabricar espermatozoides. Además tiene unas 10 veces más de probabilidades de convertirse en tumor. Recuerdo uno que extraje de un fox terrier llamado Rey, que tenía el tamaño de un limón.
Cuando quitamos ese testículo ectópico, solemos ya quitar también el otro aprovechando la misma anestesia, evitando posibles problemas futuros (sobre todo prostatitis, habitual en los machos de todas las especies).
Hoy hemos extraido un testículo inguinal a Nanuk. Os dejor la foto.


martes, 2 de febrero de 2010

Una imagen vale más...





















Le llamamos Quato y pesó 1,650 kg. Lady esta estupenda.