miércoles, 17 de marzo de 2010

Alimento II: El producto

No sabría decir cuántas comidas distintas se comercializan, pero seguro que son cientos. Continuamente intentan introducirse nuevas marcas en un mercado saturado. Porque el volumen de negocio que generan es muy importante (400 millones de euros sólo en España durante 2008).
Fundamentalmente, existen dos grupos de alimentos:
Los llamados premiun: Sólo se venden en clínicas y tiendas especializadas, están producidos con materias primas de primera calidad y cuestan mucho dinero.
Los comerciales: Se venden en supermercados, las materias primas no son tan selectas y su coste es moderado.
Cuando se empezaron a introducirse, los piensos premiun eran de importación. Aparte, había una diferencia abismal en comparación con los granulados nacionales, algo así como entre un destilado de malta escocés y una cazalla de taberna. Según fue creciendo el mercado, esta diferencia se empiezó a estrechar. Las marcas caras se decidieron por una estrategia de imagen, gastando cuantiosas cantidades en publicidad y en alicientes para los puntos de venta. Entretanto, los piensos más modestos apostaron por el cauce habitual, afianzandose en el hueco que no ocupaban las otras, es decir, las tiendas de alimentación (y más tarde los super e hipermercados). Unos cuidaban la imagen y la exclusividad; las otras el precio y el volumen de ventas.
Hoy en día, el abanico es tan amplio que la diferencia entre las peores premiun (incluso algunas se ofertan como tales y no lo son) y las mejores comerciales, es una linea muy fina. Incluso hay comidas intermedias que curiosamente se venden en clínicas y en supermercados, con distinto nombre y envase, siendo prácticamente idéntico el contenido.
Profundizando un poco en otros aspectos:
- El valor nutritivo:Fundamental. Los animales tardan en comer un saco aproximadamente un mes. Es tiempo suficiente para que las carencias de un alimento se noten. Y viceversa, si es óptimo, que luzca. En ello interviene la calidad de la materia prima, la formula y el proceso de producción.
Yo siempre comparo este aspecto con el jamón cocido (york). En el mostrador, todos parecen semejantes, pero las madres saben cual compran para sus hijos y por qué.
- La palatabilidad (facilidad con que lo consumen): Los animales se cansan de comer siempre lo mismo. Más si lo comparan con las exquisiteces que les damos en ocasiones (pollo asado, foie micuit...). Parte de las grasas que llevan las croquetas de pienso, son pulverizadas al final de la fabricación. Según la cantidad y calidad de estas, el alimento es ingerido con distinta avidez. Y esto satisface a los dueños. Lógicamente, un premiun suele ser más apetitoso, ya que las grasas son más y mejores (al igual que el resto de las materias primas).
Pasa igual con el chocolate. Todos hemos probado de distintos tipos y, normalmente, sabemos cual es mejor y lo que cuesta.
- La calidad del envase: La comida se degrada. Desde que es fabricada hasta que es consumida, pueden pasar semanas (los fabricantes intentan ajustar la producción para que este lapso sea lo menor posible). Cuanto mayor sea la calidad del envase, en mejores condiciones llega hasta el plato. Por lógica, una comida de gran calidad, con materias primas muy caras, no debe echarse a perder por una bolsa inadecuada. De igual forma, si lo importante es que sea elegido por otros atractivos (bajo precio), no es necesario una inversión desmedida. Porque los envases, valen mucho dinero, en ocasiones tanto como lo que contienen.
Esto mismo ocurre con muchos productos, un ejemplo: el tapón del vino. Vemos botellas con con un corcho macizo y otras con tapón de plástico plano o uno de rosca.
- El exterior: Las marcas saben que es fundamental que nos atraiga el diseño de la bolsa. Las premiun usan sacos sobrios, "elegantes". Utilizan un código de colores sencillo para las distintas variedades. Apenas aparece más que un dibujo, o una pequeña foto, para diferenciar perro/gato o cachorro/adulto.
Las adsequibles usan bolsas con grandes fotografías de perros espectaculares, campeones de belleza, a menudo acompañados de un niño o inmersos en un bello paisaje. Usan colores vivos para resaltar en las estanterías.
Lo mismo pasa como con las mermeladas.
- La estrategia comercial: Los premiun se basa en la recomendación de los profesionales. Piensan que si son ofrecidos por veterinarios o especialistas, se venderán mejor. Aparte, necesitan unir su imagen a éstos para que puedan tener un precio cuatro o cinco veces mayor que sus competidores. Los otros usan las mismas normas que cualquier producto: envase atractivo, campañas constantes de publicidad, ofertas jugosas...
Es similar al tema de los dentífricos. Los que te aconsejan los dentistas sólo se encuentran en farmacias. Venden bastantes menos unidades que los que todos conocemos, y cuestan bastante más.
- Las variedades: En un principio sólo había un tipo de comida. La primera diferencia se hizo entre cachorro y adulto. Más tarde aparecieron variedades para alto rendimiento (perros de caza...) e hipocalóricas (ligth). Pasó un tiempo y vino la revolución del tamaño del animal. Casi todas las marcas triplicaron la oferta en función de la talla (de los perros), ofreciendo croquetas pequeñas, medianas y grandes, variando además ligeramente la composición (los perros pequeños necesitan más energía). Los gurus del marketing se dan cuenta de que la elección del producto es mayor cuanto más crea el comprador que se adapta a sus necesidades. Y continúan ampliando el abanico de la oferta. De esta forma, hoy en día se ofrecen variedades para cada raza, y dentro de cada raza, para los distintos tramos de edad. Una locura; una sola marca puede llegar a ofertar cien referencias distintas.
Esto ocurre también con, por ejemplo, los limpiadores domésticos; hay uno para cada parte de cada habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario