lunes, 8 de marzo de 2010

Pobrecillos

Apareció Goofy, un cruce de pequeño tamaño, que como los buenos perfumes, viene con la mala leche condensada (de bozal apretado, vamos). Venía con síntoma inespecíficos: no queria apenas comer, estaba triste... polidipsia-poliuria (mucho beber y mucho pis) y cojeando ligeramente de la patita trasera derecha. Mientras le exploraba sin encontrar nada especial, su dueño me va contando que se hizo daño en la pata a finales de la semana pasada. Como ni tan siquiera la apoyaba, decidieron darle un antinflamatorio que tenían en casa, media pastilla. Pero el sábado no se entendió con su mujer y le dieron otra media. Cuando me ha dicho el nombre del medicamento se me ha caído el alma a los piés. Es un compuesto muy fuerte. Lo suelo usar sólo con perros grandes y en afecciones graves. He recordado que se lo debí de recetar al perro de su hija, un cruce de alaskan malamute de más de treinta kilos, cuando tuvo un pinzamiento de columna. Y aún así no creo que le prescribiera más de medio comprimido al día. Hemos hecho un análisis de sangre para ver cómo podría haberle afectado, si al hígado (malo), al riñón (peor) o a ambos órganos (ni te cuento).
Por la tarde ha venido Saylor, un precioso rottweiler de doce años. Venía parecido, pero peor. No come desde el sábado y apenas se puede mover. Cuarenta de fiebre y un largo historial de problemas, entre los que destaca una artritis inflamatoria autoinmune que lleva tratando de forma intermitente con cortisona, medicamento con unos efectos secundarios tremendos. Por lo menos, a este llevaban bastante tiempo sin medicarle. Le he visto tan mal que le he dicho al dueño que se fuera y me lo dejara en la clínica durante una hora para hacerle unos análisis de urgencia. Porque lo mismo, no volvía a casa.
Hemos tenido los resultado de los análisis de ambos animales a tiempo. Goofy está sencillamente intoxicado, pero por suerte el riñón no se ha visto afectado. Tardará un poco, pero se recuperará sin problemas.
Saylor lo tiene peor. Los análisis mostraban valores aceptables para la función hepática y renal, descartando lo que más temía (un fallo de estos órganos hubiese supuesto su deshaucio). Tenía vente mil glóbulos blancos, señal de un proceso infeccioso serio. Pero además, una anemia tremenda. Esto indica una hemorragia interna (otros valores apuntaban a lo mismo), y la razon más probable es un hemangiosarcoma, tumor que generalmente se presenta en el bazo, y al crecer y romperse, produce una gran hemorragia, muchas veces fatal. Hay que hacer lo más rápido posible una ecografía, y si mi presunción se confirma, habría que quitar el bazo inmediatamente. La cirugía no es muy complicada, pero el tiempo medio de supervivencia tras la intervención es de alrededor de un año. He inyectado antibiótico al pobre animal y se ha ido para casa. Su dueño necesita unas horas para pensar qué es lo que va a hacer, teniendo en cuenta el gasto que supone y su edad. Mañana o pasado me telefoneará...

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