lunes, 22 de febrero de 2010

Los Miserables

Hoy Elena a aparecido en la clínica con un sofocón. Traía en brazos una gata callejera a la que acababan de atropellar. Hoy si que hay que dar gracias a que no publique la foto. Tenía la parte derecha de la cara destrozada, con un ojo reventado y la mandíbula rota. Apenas podía respirar. No hemos podido más que evitarla sufrimientos. He tenido una sensación desagradable al hacerlo, una mezcla de rabia y pena. Pero también ha sido un alivio. El coche ha seguido su camino sin parar.
Basta un poco de ciudad en estado salvaje, un poco de tierra, un descampado. Enseguida, como por arte de magia, aparecen unos cuantos gatos rondando por allí. Se muestran sin pudor si se creen a salvo, comen lo que pueden, se pelean, juegan, se multiplican. Los vemos con curiosidad, tal vez con un poco de envidia cuando se tumban al sol.
Otra gente les odia y, a veces, compran un paquete de veneno y hay una docena de muertos. Argumentan que manchan, que huelen, que transmiten enfermedades. Algo de verdad hay, pero prefiero ver gatos que ratas.
Otros les llevan de comer, casi siempre mirando furtivamente por si les descubren, para que no les increpen al hacerlo. Les llevan sobras o un poco de pienso barato. Es verles llegar y aparecer una corte de gatos detrás de ellos que sorprende por su número, porque parecía que había menos. Algunos incluso limpian el entorno y les desparasitan ocasionalmente.
El año pasado, la fundación Alba (http://www.albaonline.org/), organizó una campaña de esterilización. Cazó un montón de gatos y reunió a una veintena de veterinarios y otros tantos voluntarios que dedicamos un domingo a castrar a más de cien. Una vez recuperados, fueron devueltos a su lugar de residencia. Se aprovechó para chequearles de leucemia (virus similar al sida) y desparasitarles interna y externamente. .Si veis un gato con una muesca en la oreja izquierda, puede que fuera uno de ellos.Me pareció una gran iniciativa, ojalá hubiese sido pública. Las administraciones no mueven un dedo respecto a este tema.
Las colonias salvajes son un problema de salud pública, como tantos otros: la contaminación, el ruido o las palomas. Pero son un problema bello. Y si no se magnifica, puede sobrellevarse.

1 comentario:

  1. la cosa se anima en torrejon

    http://torrejonprotesta.com/2010/12/dar-de-comer-en-la-via-publica-gatos.html

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